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Mario un joven que de día era arquitecto y por las noches retomaba su doble vida, era un pintor. Que perdido en sus pensamientos, a veces no sabia que parte interpretar durante el día, y esto le creaba un conflicto, a su vez el consiente y subconsciente suelen sacar soluciones sobre las distintas ideas que le llegan constantemente a la mente. Mismas
que al tratar de concluirse, siempre pasan por el filtro entre estos dos personajes, Mario un ser humano Urantiano (de la tierra), y De Rivera (un ser humano que viene desde Shambaylla a mostrarlo al mundo).



(EN ESTA WEB SOLO SE COMPARTIRAN ALGUNOS FRAGMENTOS DEL LIBRO)


PROLOGO

En la vida siempre buscamos el camino o nuestra leyenda personal como lo dice el maestro Paulo Cohelo, El autor muestra en esta obra sus dos personajes que interpreta en la vida, pues el es Mario y también es De Rivera, dos profesiones dos vidas. Mario el arquitecto que visiona la vida monótona en un trabajo, y De Rivera el pintor que lleno de sueños no deja que Mario se desanime ante cualquier tropiezo en la vida, es quien le inyecta vida y amor. Mismas profesiones que día a día le exigen más, y que el no puede separar, pues nació con el don de la arquitectura y adquirió el don de la pintura, en esta obra separa las partes de su interior y ellas conversan hasta llegar a las preguntas mas dolorosas que se ha hecho en toda su vida a así mismo, el autor se parte en dos personajes para llegar a alcanzar su paz que tanto le inquieta y le atormenta. Pues dentro de cada uno de nosotros hay muchas mascaras y es el momento para tomar las cosas de frente y decirse la verdad, así para poder estar en paz con uno mismo.

CAPITULO I
Se rompe el Hielo

Tras aquel escritorio frio e insustancial, se encontraba un Joven de profesión arquitecto, aferrado a su trabajo como un colegial en sus últimos exámenes de semestre, se escuchan los clic del teclado de su ordenador a toda velocidad, haciendo algunas estimaciones de obra. Al fondo de aquella caseta, las montañas de Saltillo se hacían notar por su tamaño monumental al unísono con las nubes, que intentaban sobresalir una de otra después de aquella tormenta de lluvia que se dejaba caer sobre todo el paisaje desértico que se manifestaba en aquellas tierras del Norte de México. A veces con mucho trabajo y por algunos lapsos más relajado, lleno de interrogaciones hacia su interior, hereje de toda vida mundana y monótona, de momento una voz del subconsciente de Mario brota del inconsciente y se comenta a si mismo:

Hola tu Mario, ¿estas allí? soy De Rivera tu mitad ¿Como estas?, yo aquí trabajando y de paso acordándome de ti, tiene muchos años que no platicamos tu y yo, ¿Recuerdas?

Mario -¿Eh? ¿Eres mi otro yo? ¿y que te pedi?

De Rivera – Claro señor arquitecto, recuerdo la última vez me pediste un favor y de allí no te he vuelto a escuchar, ni a saber de ti, yo también siempre ando muy ocupado creando cosas e inventando y sobre todo escribiendo de mi mundo “Shambaylla”.

Mario tú me agradas mucho pero no conversamos muy seguido, me has tenido muy abandonado en este mundo tan maravilloso.

Mario - Claro, porque yo también estoy muy ocupado preocupándome por que tú comas y tengas una vida saludable, y no vengas a mi mundo a distraerme, pues estoy tan ocupado trabajando que no tengo tiempo de diversiones y menos de saber que tú existes.

De Rivera – Mira; te propongo que hagamos una tregua por un momento, ya que siempre estamos en conflicto, quiero presentarme y conocerte mas a fondo, y saber porque si vivimos en el mismo techo y tenemos a la misma esposa tan maravillosa y hermosa, nos atacamos uno al otro y nos odiamos día con día.

Mario - Bueno, para empezar no me gusta tu trabajo, quiero preguntarte: ¿porque eres distraído? siempre estas pensando. Yo trato de concentrarme y tú no me dejas nunca.

De Rivera – Yo siempre estoy construyendo cosas, el inconsciente que tú posees es mi morada, en donde a veces cuando no cierro bien la ventana se escapan algunos ruidos de las maquetas que estoy construyendo a diario para que tu las aprecies con el corazón. Pero veo que te molesta, tratare de cerrar bien mi ventana para que tu no te enojes conmigo.

Mario - Claro que me molesta bastante, yo no puedo seguir fantasías ni juegos de niños que no me llevan a nada.

De Rivera - Pero a ti siempre te toca la mayor parte de mi trabajo, has vendido obras y te he satisfecho en muchas cosas, además cuando mas apurado has estado, yo te he cedido mi autoría para que le pongas tu nombre, las vendas y obtengas un beneficio. Te toca la mejor parte de mi, has obtenido halagos, buenas criticas, las personas te tienden la mano, para algunos eres su ejemplo a seguir y me agrada que seas feliz, por eso no te reclamo.

Mario – Bueno, algo tienes que aportarme, ya que yo te ofrezco todo en la vida, soy la estructura de ti, la forma, la materia, sin mi no podrías viajar y conocer el mundo, sin mi no podrías llenar tu espacio de imágenes tan bellas, soy los cimientos de lo que tú cargas en las nubes.

De Rivera – Eres tan cruel conmigo, sabiendo que a veces me matas con lo que me das de alimento, cuando tú bebes vino, aquí me inundo, nuestro Shambaylla se llena de mares negros, y todo obscurece, escapas de mí a cada rato que puedes. Y todo el material que poseía para exponerte y darte felicidad se destruye en los mares de veneno que me envías, yo dentro de tus sueños te envío cosas tan maravillosas para que descanses y seas feliz, pero tú insistes en llenarlos de penumbras, de odio hacia mí.

Mario - Me da igual, yo pienso solo en mi placer personal, porque me lo gano trabajando, y beberé vino hasta que muera, no te necesito.

De Rivera - Tú siempre eres muy antipático, eres muy serio. Te falta jovialidad, siento que no participas en las conversaciones de los demás no porque no te interese sino porque te crees superior de los demás. La verdad eres muy aburrido. Muy arrogante y soberbio, y en ocasiones muy odioso e intolerable por tu cinismo. Otras veces burlesco de las personas que emprenden algún camino. A veces me dan ganas de destruirte a golpes pues eres tan vil.

Mario - Ja, ja ja, ni tu ni nadie puede destruirme, pues gracias a ti soy inmortal, gracias al amor que le tienes a tu amada Carolina, me has hecho infinito e indestructible, pues estoy casado con uno de los Ángeles de Dios, tanto que ni Dios mismo puede hacerme algo, bien lo sabes y nada puede hacer el mundo en mi contra. Tengo el comodín.

De Rivera - Que mal te expresas Mario, se que la amas pero esa no es la forma de decir las cosas.

Mario - Ah, si claro que le amo mucho, como nunca he amado a alguien sobre la Urantia, pero solo fue para decirte que tú no me podrás hacer nada, y sin embargo yo en el momento que guste podre truncar cualquier parte de mi cuerpo para que tú no te expreses al exterior.

De Rivera - pero si dejo de imaginar cosas tan hermosas, tu dejaras de pensar y acabarías en un hospital de enfermos mentales.


CAPITULO II
Quien ama mas a sú Amada el arquitecto o el pintor

Mario - Yo antes asumía el deseo de ser como tú, pintar y ser famoso para tener propiedades. Viajar y tenerlo todo, igualmente tenia el sueño de ser un gran guitarrista y poder estar en el escenario, pero creo que mi sueño hoy es hacer a Carito feliz. Y no creo que tú la puedas hacer feliz con tus sueños, yo trabajo y le puedo comprar cosas y visitar lugares, para que vea algo nuevo.

De Rivera - Yo le pinto paisajes hermosos de Shambaylla para que cuando ella los vea, sienta lo que yo siento.

Mario - Pero yo la quiero mas, porque he dejado todo de un lado para vivir para ella, incluso hasta me he olvidado de ti para siempre. Ahora puedo ser un ser humano real.

De Rivera - No se trata de dejar cosas que amamos ni dejar a tu alma de hacer algo con lo que naciste, debes incorporarla y hacerla parte de todo lo que tu y yo somos.

Mario - A mi no me interesas tú, ojala terminaras de hacer esas cosas que haces y que ni entiendo, ojala murieras, no sabes mi odio hacia ti. “por tus malditos sueños me he perdido de tantas cosas de la vida”

De Rivera, con la cara de desaliento, toma un gran respiro, levanta su rostro mirando fijamente a Mario con un dolor en su corazón que no entendía, que no quería comprender, pues son la misma persona, solo que una es de carne y la otra de alma.

Con la voz temblorosa De Rivera toma fuerzas para seguir la conversación y le dice:

De Rivera - no me lastimes Mario, Claro que si entiendes lo que pinto, tú me llevabas a esos lugares y una vez me dijiste que iríamos a Shambaylla a donde yo pertenezco. ¿Te acuerdas de esas palabras tan hermosas que me dijiste? ¿Nuestro sueño? ¿Recuerdas que íbamos a visitar a la Forma 7? ¿Y también a Carolina? Yo recuerdo cada palabra que decías porque siempre te he amado, eres mi manifestación en esta Urantia.

Recuerdo que llorabas en tu morada, buscando ese gran amor, insultando a la Forma 7, pidiendo lo que no merecías, y aun así yo te mande un mensaje y te dije a donde tenías que ir. ¿Recuerdas cuando subiste al avión? Yo estaba allí, estaba a tu lado, no te he dejado caer. Tu dijiste “O es la gran Verdad o es la gran Mentira”, y te dije es la gran verdad, ella esta allá, tienes que ir por ella, te esta esperando, esta llorando por tu ausencia, necesita tu amor. Ibas pensando tantas cosas que te olvidabas que existía en esos momentos, por eso no me percibías a tu lado.

Además no te has perdido nada en la vida, o ¿querías beber cerveza a temprana edad? ¿Querías cometer errores, cuando por mi estabas en tu cuarto siempre aprendiendo y estudiando arquitectura? Estarías preparado para tu trabajo, ¿cuando de eso es de lo que comemos?

Mario - Barbaridades tuyas.

De Rivera - Es lo que tu piensas.


CAPITULO III
Separación entre la Arquitectura y la Pintura

(Critica de como se ha separado la arquitectura de la pintura por los supuestos arquitectos de la chapuza)

De Rivera - ¿En que momento nos separamos?

Mario - Cuando me di cuenta de que los sueños son solo sueños, que la arquitectura se prostituía al máximo, que gana mas las personas sin estudios que las preparadas, allí decidí dejar de estar contigo, tu seguiste creando cosas y tu mundo nunca paro, pero en mi mundo tu habías empezado a morir.

El rostro del pintor miraba hacia abajo mientras la copa de vino tinto caía sutilmente al suelo, el llanto lo atormentaba en aquellos instantes, su rostro abatido cambiaba constantemente de color, la habían lastimado el corazón.

De Rivera - Me has dejado sin palabras Mario, perdóname por haber nacido dentro de ti. Me equivoque, lo siento de verdad, si hay algo que pueda hacer para arreglar esto, lo que quieras, lo que me pidas lo resolveré.

Mario - No quise herirte; solo deseo que no compartamos la vida, por eso cada quien por su lado.

De Rivera - Esta bien, pero por lo pronto deseo que hablemos de otro tema, sírveme mas vino, pero échale mas, me diste muy poquito.

CAPITULO IV
Arquitectura y la Pintura
(Se Muestran su Trabajo)

Mario - De Rivera; ¿Tú que sabes de arquitectura, si nunca la has hecho?

De Rivera - Bueno la he imaginado, bastante, en muchas ocasiones de nuestra existencia.

Mario - Pero tú la ves muy diferente, como si fuese un juego, empiezas con tus ideas locas y nunca aterrizas. He visto tus miles de proyectos inacabados e irrealizables. Eso si, son muy hermosos, místicos y encantadores, no lo niego.

CAPITULO IV
ADMIRACIÓN

(Se Muestran Admiracion por el Trabajo de cada uno)

(En Confianza se Admiran y se dicen cosas Bellas, el pintor admira al arquitecto por su gran dedicación que ha tenido a todo lo que hace, su responsabilidad, al arquitecto le dice que lo admira porque no sabe de donde le surgen tantas ideas que hasta le sobra para darle a el)

CAPITULO IV
Mario habla de De Rivera y De Rivera Habla de Mario

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(Mario se pone a pensar muchas cosas, y se comenta a si mismo si pudiese ser posible llevar las cosas en paz)

CAPITULO VII
LA DESPEDIDA

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(Se despiden, y se dicen que aunque esta conversación termina ellos seguirán juntos, aunque siempre en conflicto)

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URANTIA SIGNIFICA: LA TIERRA , EL MUNDO.